El ataque contra los locales de la organización británica Save the Children en Jalalabad, este de Afganistán, seguía en curso más de siete horas después de que comenzara este miércoles, anunció la ONG, que suspendió sus operaciones en el país.
"Save the Children puede confirmar que el incidente de seguridad que afectó a nuestra oficina de Jalalabad, en Afganistán, sigue en curso", dijo un portavoz en un comunicado, contradiciendo a un responsable local que había anunciado previamente el fin de la ofensiva, que dejó dos muertos y 14 heridos.
En consecuencia, "todos nuestros programas en Afganistán quedaron suspendidos temporalmente y nuestras oficinas están cerradas", añadió el vocero, subrayando que "Afganistán es uno de los lugares más difíciles del mundo para los trabajadores humanitarios".
Un corresponsal de la AFP en el lugar aún escuchaba disparos y el barrio estaba controlado por las fuerzas de policía y el ejército.
El grupo Estado Islámico reivindicó la operación a través de su órgano de prensa, Amaq.
La oenegé Save the Children está presente en Afganistán desde 1976 y proporciona ayuda a alrededor de 1,4 millones de niños por todo el país.